Nos Inspiramos en la inmensa belleza de los Cenotes de México, siendo estos pozos de agua de gran profundidad, que se alimentan por la filtración de la lluvia y por las corrientes de los ríos que nacen en el corazón de la tierra. Es por eso por lo que al nadar en un cenote sientes tanta frescura, ¡imagínate que la temperatura promedio de sus aguas es de máximo 24°C! Estos pozos deben su nombre a los mayas, que los bautizaron con la palabra Dz’onot, que significa “caverna con agua” y de ahí derivó a su nombre actual: cenotes.
La idea es crear la conexión entre este preciado monumento natural y nuestro Auditórium, nos pareció lo más apropiado que por factores y criterios claves en ambos tenemos una acústica ideal, la frescura en sus tonalidades, la amplitud, textura y movimiento que se genera en su perímetro logrando así trasladarnos hasta este maravilloso circulo de naturaleza, creando un espacio en el cual podemos permanecer de una manera confortable.